Los indicadores que muestran la evolución de los costes del transporte marítimo, que marcaron máximos en 2021 por los cuellos de botella en las cadenas de suministro con el final de los confinamientos, vuelven a niveles de la pandemia con la desaceleración de la economía mundial.
El Índice Compuesto mundial de contenedores de Drewry (un indicador elaborado con las tarifas del flete de los contenedores de ocho rutas comerciales que unen Asia con Europa y EE.UU.) ha caído por debajo de 2.000 dólares por primera vez desde julio de 2020, según los datos recabados.
El Índice Seco del Báltico, un indicador que mide la evolución del coste del transporte marítimo de mercancías y se elabora a partir de una cesta con los fletes de diversas categorías de buques de mercancías, cerró (último dato disponible) en 603 puntos, un nivel de junio de 2020.
En lo que va de año, han retrocedido todas las sesiones excepto tres (se calcula los días hábiles) y acumula una caída del 60 %.
Ambos indicadores marcaron sus máximos anuales en el otoño de 2021 en 5.650 puntos y 10.773 dólares por contenedor, impulsados por la elevada demanda de mercancías tras los cierres y los parones de actividad adoptados durante la pandemia.
La gran mayoría del comercio mundial se hace por mar y el transporte marítimo es sensible al menor crecimiento económico que está causando el giro de la política monetaria de los grandes bancos centrales.
La naviera danesa A.P. Møller-Mærsk, que el año pasado registró un beneficio récord por los altos fletes y la mayor demanda en la primera parte de 2022, señaló en su informe de resultados que para este año prevé que la demanda mundial de contenedores estará entre el -2,5 % y el 0,5 %.