España, Francia e Italia confirmaron este lunes que van a solicitar a la Comisión Europea (CE) una moratoria de las medidas de gestión pesquera en el Mediterráneo occidental para 2025.
Así lo acordaron los ministros con competencia en Pesca de España, Luis Planas; de Francia, Fabrice Loher, y de Italia, Francesco Lollobrigida, en un encuentro que mantuvieron este lunes en Bruselas antes de la reunión de titulares de Agricultura de los Veintisiete que se celebra en la ciudad y en el que suscribieron una declaración conjunta.
El conocido como plan plurianual para la pesca demersal en el Mediterráneo occidental se adoptó en 2019 y cubre pesquerías en aguas españolas, francesas e italianas del Mediterráneo.
Todas las disposiciones del plan plurianual de gestión de las poblaciones demersales del Mediterráneo occidental deberían entrar en vigor a partir del 1 de enero de 2025, una vez concluido un periodo transitorio de cinco años.
Sin embargo, España, Francia e Italia alegaron hoy que las flotas de arrastre que faenan en el Mediterráneo “han realizado esfuerzos considerables desde 2020 y consideraron que hay alternativas a las medidas drásticas de reducción de los días de pesca”, según recogió un comunicado del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español.
También indicaron que es necesario más tiempo “para que sean visibles todos los efectos positivos significativos sobre la dinámica de las poblaciones de peces”, añadió la nota.
“España, Francia e Italia, por tanto, se muestran muy preocupadas por las siguientes etapas de la aplicación del plan plurianual por parte de la Comisión y, en concreto, por la reducción del esfuerzo pesquero de los arrastreros”, señaló el Ministerio.
A juicio de los tres países, “es necesario reflexionar sobre la futura aplicación del plan, ya que en los últimos años el sector pesquero del Mediterráneo ha sufrido importantes consecuencias socioeconómicas negativas por las restrictivas medidas de gestión para la protección de las poblaciones de peces y de otros factores imprevisibles derivados de la pandemia de la covid y los conflictos bélicos”.
“Los tres países defienden que la aplicación del plan de gestión y, en particular, del artículo 6 del plan, con una lectura estricta de los dictámenes científicos, podría dar lugar a medidas que no son aceptables para sus economías nacionales y locales, lo que no garantizaría unos ingresos dignos para los pescadores”, expuso el Ministerio español.
Añadió que la paralización del esfuerzo pesquero de los arrastreros en 2025 tendría “un impacto irreversible en esta flota, pero también en toda la industria pesquera europea del Mediterráneo occidental, lo que podría socavar el suministro de alimentos sanos a los ciudadanos de la Unión Europea”.
“Recuerdan que los arrastreros representan la columna vertebral de la economía pesquera y que los que faenan en el Mediterráneo occidental no podrían soportar ninguna reducción adicional de días de pesca”, señaló el comunicado.
Por ello, España, Francia e Italia indicaron que van a pedir este lunes a la Comisión Europea que se congele el esfuerzo actual para 2025 y, a la vez, que se reanuden las negociaciones para adaptar el plan plurianual para la pesca demersal en el Mediterráneo occidental.
A su llegada a la reunión esta mañana, Planas ya detalló que los tres países estiman que la aplicación del plan plurianual sobre la pesca demersal en el Mediterráneo occidental durante el periodo transitorio ha producido “una disminución muy seria desde el punto de vista del esfuerzo llevado a cabo, el número de días de trabajo de nuestros buques”.
Agregó que “solo parcialmente se ha logrado el rendimiento máximo sostenible”, es decir, la captura máxima que puede extraerse de una población de peces sin que disminuya el tamaño de la población.
“Por tanto, tenemos que buscar nuevos medios de alcanzar el objetivo, pero evidentemente lo que no podemos hacer es que nuestros puertos pesqueros, que forman parte de la idiosincrasia territorial y social del Mediterráneo, desaparezcan”, aseveró.
Foto: MAPA