La Organización de Productores de Pesca de Altura de Ondarroa-OPPAO ha reclamado hoy indemnizaciones por la totalidad de las pérdidas generadas por la imposibilidad de pescar durante un mes en aguas francesas, donde tenían previsto capturar 140.000 kilos de merluza.
En una nota, los armadores han considerado “lamentable” que la Unión Europea haya prohibido la pesca en estas aguas del 22 de enero al 20 de febrero, con el argumento de que los varamientos de delfines estén relacionados con la interacción con las redes de arrastre en pareja.
Según han dicho, esta razón carece de base científica, porque los dispositivos acústicos utilizados por sus redes para ahuyentar a estos animales han reducido, según el centro de investigación marina Azti, en un 90% las interacciones de los barcos con los cetáceos, incluidos los delfines.
Por ello, han reclamado que, en lugar de recibir de Europa ayudas que cubran un 25% de los ingresos perdidos, sean objeto de indemnizaciones compensatorias, que subsanen la totalidad del dinero perdido por la paralización de su actividad durante un mes.
Los armadores han lamentado que los pescadores resulten desprotegidos por una política pesquera europea que sólo busca cumplir con los objetivos medioambientales y salvaguardar a los delfines, descuidando por tanto los fines sociales y económicos de las mismas directrices.
De igual forma, han advertido de que la decisión de prohibir la pesca de la merluza en Francia obligará, por otra parte, a aumentar la dependencia de otros países y la importación, de la que ya procede el 70% del pescado consumido en Europa, que en gran parte llega de Asia.
Así, han recordado que mientras la flota europea sigue sometida a un “sinfín de restricciones y controles”, el pescado se importa “sin aranceles y sin ningún tipo de control” de calidad, del mantenimiento de la cadena de frío o de las condiciones laborales de los pescadores.