El atún genera el 20 % de la facturación de la pesca marítima mundial y es una fuente valiosa de empleo e ingresos para España, líder europeo en capturas e industria, y segundo productor mundial de conservas.
Entre las consecuencias de la COVID-19, figuraron las dificultades del inicio de la campaña de almadrabas dedicadas al atún rojo en Cádiz o la incógnita sobre la repercusión en el comercio internacional y en la actividad de las empresas de capital español si dura la pandemia.
Facturación y empleo
Más de 16 tipos de atunes pueblan el Atlántico, el océano Índico y el Pacífico, con unos 96 países implicados en la conservación y gestión de su comercio, que genera 10.000 millones de dólares (9.216 millones de euros), según la Organización de la ONU para la Agricultura y Alimentación (FAO).
En España, el valor de las capturas de atunes, bonito y agujas para fresco asciende a 131,2 millones de euros, mientras que para consumo congelado se sitúa en 456 millones, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para 2018.
El atún es una especie migratoria; dentro de las pesquerías de interés comercial, seis atunes corresponden al grupo de “albacora”, como el blanco o bonito del norte; cuatro, a las de patudo; cuatro, a atún rojo; cinco, al “atún claro” o rabil (“yellowfin o aleta amarilla), y cinco a listado.
España es el país europeo con más atún rojo extrae en el Atlántico y el Mediterráneo; lo explotan 6 barcos de cerco (los más industriales), almadrabas, 53 del caladero canario y también tienen cupo numerosas embarcaciones artesanales del litoral.
En cuanto a las especies tropicales, barcos de capital español capturan 380.000 toneladas anuales, el 8 % del total mundial, según la Organización española de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac), que engloba a 2.000 tripulantes y 14.000 empleos en tierra.
España es el primer país productor europeo de conservas de atún -con el 67 % del total de la Unión Europea- y el segundo mundial, solo superado por Tailandia, de acuerdo a los datos la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescado y Marisco (Anfaco-Cecopesca).
En 2019, las fábricas españolas produjeron 241.000 toneladas, por valor de 996,4 millones de euros, según la patronal conservera.