El instituto tecnológico AZTI, junto a un equipo interdisciplinario compuesto por 13 socios de cinco países europeos, participa en una iniciativa que busca valorizar los subproductos de la cadena de valor de la pesca y acuicultura.
El proyecto, denominado WaSeaBi, cuenta con un presupuesto de más de 4 millones de euros y se prolongará durante cuatro años.
En la actualidad se estima que la cantidad de subproductos procedentes de la pesca y la acuicultura generada en Europa (vísceras, sobrantes o pescados de escaso valor comercial) es de aproximadamente 1,5 millones de toneladas, en base a una producción de 5,1 millones de toneladas de pescado capturado. Estas cifras demuestran que la utilización actual de la biomasa acuática es baja. Además, se estima que el 70 % de los recursos acuáticos terminan como subproductos y que se utilizan para fines de poco valor, como la alimentación animal, o directamente se eliminan, lo cual es costoso para las compañías involucradas.
De los datos se desprende que es necesaria una explotación más sostenible y comercialmente atractiva de los subproductos marinos, que es precisamente el objetivo que persigue el proyecto europeo WaSeaBi.
En la iniciativa trabajan socios de Dinamarca, Suecia, España, Francia y Bélgica, con la finalidad de desarrollar y probar nuevos conceptos y métodos que garanticen que los subproductos de la cadena de valor de la pesca y acuicultura puedan ser explotados para la obtención de nuevos productos e ingredientes de un valor superior al actual.
Según explica Bruno Iñarra, responsable en AZTI del proyecto, el centro vasco liderará uno de los grupos de trabajo de la iniciativa, que se encargará de obtener compuestos de alto valor derivados de los subproductos generados.
“Trabajaremos con ocho corrientes o materias primas secundarias como, por ejemplo, las aguas de cocción y las conchas de los moluscos, o los descartes pesqueros. Estos elementos nos servirán para la obtención de aromas para consumo alimentario, suplementos minerales para uso humano y animal, o péptidos bioactivos para uso en alimentación animal, por señalar varios ejemplos”, precisa el experto.
El proyecto busca la explotación de la biomasa marina mediante el desarrollo de soluciones de almacenamiento, tecnologías de clasificación y herramientas de decisión, que garantizarán un sistema de suministro eficiente y sostenible para las materias primas secundarias de la acuicultura, la pesca y las industrias de procesado. Esto permitirá obtener un valor añadido al transformarlas en productos comercializables.
“Uno de los campos en los que se trabajará en el marco de la iniciativa es en la obtención de ingredientes de base proteica y suplementos minerales para su uso en alimentos y piensos. Además, WaSeaBi evaluará el potencial comercial de los ingredientes producidos y cuantificará los impactos ambientales, económicos y sociales específicos de las soluciones propuestas”, detalla Iñarra.
WaSeaBi tiene un presupuesto de 4.158.214 de euros y el 77 % de la financiación procede de la herramienta “Bio Based Industries Join Undertaking” (JU), dentro del programa de investigación e innovación de la Unión Europea Horizonte 2020. El JU también recibe el apoyo del Bio Based Industries Consortium.
El proyecto europeo arrancó los días 21 y 22 de mayo en Copenhague, Dinamarca.