AZTI consigue un millonario contrato internacional
Se marcaran un total de 44.000 ejemplares de listado, rabil y patudo
La Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) ha puesto en marcha el Programa de Marcado de Atunes en el Océano Atlántico (AOTTP, por sus siglas en inglés), financiado por la Unión Europea y otros socios de ICCAT. En el marco de este macro proyecto que supone una de las campañas de marcado de túnidos más importantes realizadas en estas aguas hasta la fecha, AZTI ha sido elegido para liderar una campaña que tiene como objetivo marcar 44.000 atunes en el océano Atlántico (una tercera parte del total a marcar a en proyecto de AOTTP). El centro tecnológico vasco se pondrá al frente de un consorcio internacional en el que participan centros de investigación marina y expertos de Costa de Marfil, Ghana, Senegal, España (Canarias), Francia, Portugal (Azores), Cabo Verde y Estados Unidos. La aprobación de este programa pone de manifiesto la proyección internacional de AZTI como entidad de referencia en el estudio de los recursos marinos y, especialmente, en materia de túnidos. El proyecto cuenta con un presupuesto de cuatro millones de euros, financiados mayoritariamente por la Unión Europea a través de ICCAT, y comenzará este mes de julio.
Investigadores de AZTI se pondrán al frente del consorcio internacional para llevar a cabo el marcado de atunes tropicales en cuatro áreas del Atlántico: África Noroccidental, golfo de Guinea, islas Canarias, e islas Azores y Madeira. El programa comenzará en aguas de Senegal, Mauritania, Marruecos, Cabo Verde y Guinea Bissau, donde se colocarán un total de 11.000 marcas durante tres meses. De junio a enero de 2017, miembros del Instituto Español de Oceanografía (IEO) marcarán un total de 6.500 atunes en aguas de las Islas Canarias. De junio a octubre, investigadores del Instituto del Mar (IMAR, Portugal) colocarán 4.500 marcas en la zona de las islas Azores. En otoño, la investigación se trasladará al golfo de Guinea, entre Guinea Conakry y el norte de Angola, donde se pondrán 22.000 marcas. Todo ello bajo la coordinación de los investigadores de AZTI.
El gran número de marcas colocadas en ejemplares de rabil, listado, patudo así como dos escómbridos menores (bacoreta y peto) pone de manifiesto la dimensión y trascendencia del programa, que servirá para conocer sus movimientos y migraciones, la estructura del stock, el tamaño de la población y el comportamiento de las distintas especies de atunes. Estos datos servirán para mejorar el asesoramiento científico a los países costeros de las zonas de estudio y del conjunto del Océano Atlántico.
La información recopilada ayudará a adoptar medidas de conservación adecuadas que permitan una gestión sostenible de los recursos de los atunes tropicales del Atlántico y, por tanto, una gestión adecuada de las pesquerías . Asimismo, servirá para reforzar el crecimiento económico y la seguridad alimentaria de los países costeros del Atlántico.
El consorcio internacional de centros de investigación marina que participan en el programa está liderado por AZTI y se completa con el Instituto Español de Oceanografía (IEO), Centro de Investigaciones Oceanográficas de Dakar Thiaroye CRODT (Senegal), el Centro de Investigaciones Oceanológicas CRO-CI (Costa de Marfil), el Instituto del Mar IMAR (Portugal), la División de Investigación de Pesquerías Marinas MFRD (Ghana), el Instituto Nacional de Desarrollo Pesquero INDP (Cabo Verde). Cuenta además con la participación de expertos del Instituto de Investigación para el Desarrollo IRD (Francia) y de la Universidad de Hawái (Estados Unidos).
El marcado y la pesca sostenible
La marca suele ser un dispositivo de plástico codificado que permite conocer la fecha y lugar del marcado. Se recogen datos biológicos (especie y talla), así como los datos de captura (fecha, hora y posición) del pez capturado y se le coloca la marca convencional en su lomo para ser devuelto de nuevo al mar. Cuando el pez es capturado de nuevo por otra embarcación, la información recogida se envía a ICCAT, donde es analizada en conjunto con todas las recapturas. De esta manera, la comparación entre la información inicial y la final ayuda a determinar variables como su crecimiento y migración, lo que resulta de gran interés para el sector científico y pesquero.