Tal y como se recoge en el Convenio Internacional MARPOL, Anexo VI, nuevo capítulo 4, regla 22, todos los buques de arqueo bruto superior a 400 GT’s, deberán tener disponible a bordo un plan de gestión de Eficiencia Energética del buque.
Desde 2012 Bureau Veritas ha venido colaborando con armadores de todo tipo de buques para facilitarles el desarrollo e implantación de los planes de gestión de Eficiencia Energética requeridos por MARPOL.
Ha sido el sector pesquero el que mejor acogida de nuestro producto ha tenido, colaborando con diferentes compañías en el desarrollo de los citados planes.
El primer punto que se tuvo que desarrollar fue un índice de eficiencia operativa, acorde al funcionamiento de los buques pesqueros, así como aquellos barcos auxiliares utilizados en las labores de la pesca (especialmente atuneros); ya que el índice que IMO proporciona como guía es un índice desarrollado para buques que transportan mercancías, no para buques que realizan labores en la mar.
De este modo, Bureau Veritas, en contacto con los armadores de las flotas, ha desarrollado diferentes índices de aplicación, que serán la base para comparar los resultados obtenidos en las medidas en los próximos años.
Es de destacar que, debido a que se trata de índices para el control, los índices se han desarrollado conjuntamente entre Bureau Veritas y el armador, aportando este la experiencia en el funcionamiento del buque, así como su forma de trabajar.
Estos índices se han basado principalmente en el consumo de motores principales y auxiliares, así como en las millas recorridas, tiempo empleado en la marea, etc.
Adicionalmente se han preparado herramientas informáticas para llevar a cabo el cálculo del citado índice, de modo que la tripulación y personal de la compañía no aumente desproporcionadamente su trabajo.
Debido a que los planes de Eficiencia Energética aplican a todos los buques, no solo a los de nueva construcción, el número de medidas a tener en cuenta para ser implementadas y poder disminuir las emisiones de CO2 han sido relativamente escasas. Entre otras cabe destacar las siguientes:
• Concienciación de la tripulación para el ahorro energético a bordo.
• Aumento del mantenimiento, si fuera posible, de toda la maquinaria, tanto de propulsión, generación de energía, como frigorífica.
• Si no se utilizaban pinturas especiales para reducir el crecimiento biológico, esta ha sido una de las medidas aconsejadas, por el alto ahorro energético.
• Control de la suciedad del casco y hélice, de modo que no aumente innecesariamente la resistencia.
Tal como se ha señalado, al tratarse principalmente de buques ya construidos, todas aquellas medidas que tienen que ver con cambios significativos en el sistema propulsivo o en el casco de los buques no han sido consideradas por los armadores, debido a su elevado coste, si bien es cierto que, en el caso de armadores que disponen de buques con cascos gemelos, pero distintos sistemas de propulsión (hélices, principalmente) con el índice de eficiencia operativo podrán comparar si uno es más eficiente que el otro, pudiendo, para el futuro, implementar estas medidas en otros barcos de su flota (principalmente nuevas construcciones).