Un estudio con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha constatado que las zonas en las que el atún tropical listado se pesca en abundancia se van desplazando hacia el norte, desde el ecuador hasta Canarias, siguiendo los patrones de deposición de polvo del Sahara en el Atlántico, que les sirven su aporte nutricional.
“Estos resultados tienen enormes implicaciones pesqueras y económicas, pues el atún listado es el atún comercial más importante del Atlántico, con capturas anuales de alrededor de 253.000 toneladas al año”, ha señalado Sergio Rodríguez, investigador del CSIC y primer autor del estudio, según ha recogido un comunicado del centro científico.
El atún listado se encuentra habitualmente en conservas en lata, sus capturas representan el 48 % de las capturas totales de túnidos y el 56 % de las capturas de túnidos tropicales en este océano, según los datos usados en este estudio, suministrados por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico.
El nutritivo polvo del Sahara
Los ecosistemas marinos requieren de nutrientes para el crecimiento del fitoplancton y estos pueden llegar a las aguas superficiales por varias vías, ha señalado el CSIC.
“A las aguas abiertas de los océanos se les denomina con frecuencia ‘los desiertos azules’ porque suelen ser frecuentemente pobres en nutrientes y, en consecuencia, en fitoplancton; en estas zonas la deposición atmosférica representa el mayor aporte de nutrientes y en este sentido destacamos el aporte del polvo del Sahara”, explica Rodríguez.
Este polvo contiene hierro (4 %) y fósforo (0,8 %), esenciales para que el fitoplancton pueda fijar nitrógeno y usarlo para crear aminoácidos, señala el investigador.
“También contiene silicio (18 %) y calcio (4 %), fundamentales para que el fitoplancton pueda construir esqueletos y conchas, y contiene también metales como manganeso, cinc, cobalto y níquel, esenciales para funciones metabólicas”, abunda Rodríguez.
En el Atlántico, la mayor concentración de atún listado atlántico se encuentra frente a las costas de noroeste de África, donde existen dos aportes relevantes de nutrientes: Los afloramientos de aguas profundas (ricos en silicio y nitrógeno) y la deposición de polvo del Sahara (que aporta hierro, fósforo y un cóctel de oligoelementos esenciales).
El 89 % del atún listado atlántico se captura entre el ecuador y Canarias, la región que recibe los mayores aportes de polvo desértico sahariano.
La clave de la migración del atún
El estudio publicado por investigadores del CSIC de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, La Universidad de La Laguna y el Instituto de Investigación y Desarrollo de Francia pone el foco en los patrones de desplazamiento del polvo sahariano.
El polvo desértico procedente del Sahara es exportado desde el norte de África hacia el Atlántico en una corriente de aire denominada capa de aire sahariano.
Las aguas atlánticas ubicadas bajo esta polvorienta corriente de aire suelen estar enriquecidas en polvo del Sahara, a causa de la deposición atmosférica del mismo.
“Debido a la circulación general de la atmósfera, la polvorienta capa de aire sahariano se va desplazando, mes a mes (de invierno a verano), hacia el norte, y los atunes listados se desplazan debajo de esta corriente de polvo”, indica Rodríguez.
Debido a este desplazamiento, los principales caladeros de atún listado se encuentran próximos al ecuador en invierno, en las aguas abiertas frente a Liberia y Guinea en primavera, y en las aguas abiertas frente a Mauritania en verano.
En estas regiones, la estación de pesca del atún listado suele comenzar cuando la capa de aire sahariano pasa estacionalmente sobre ellas, iniciándose en abril en Senegal y en junio en Canarias.
En el caso de Canarias, la estación de pesca del listado suele ser de junio a septiembre, con máximas capturas en julio y agosto, periodo en el que la capa de aire sahariano impacta en el archipiélago.