El conselleiro del Mar, Alfonso Villares, participó por videoconferencia en la Conferencia Sectorial de Pesca y en el Consello Consultivo de Política Pesquera para Asuntos Comunitarios, preparatorio del Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea en el que se realizarán las primeras consultas sobre las posibilidades de pesca en aguas comunitarias para el próximo año.
En esta cuestión, Galicia defiende la necesidad de que se fijen ya a partir de 2024 cuotas plurianuales para varios ejercicios- en las principales especies de interés para la flota comunitaria.
La Comunidad entiende que el Gobierno central debe aprovechar la Presidencia española de la Unión Europea en el segundo semestre del año, para promover un cambio de modelo en la asignación de las cuotas de captura de forma que estén vigentes durante varios años. Esa fórmula ofrecería a la flota mayores certezas sobre el futuro de su actividad y le permitiría organizarla y planificarla mejor.
El Ejecutivo gallego defiende un sistema plurianual que garantice una mayor estabilidad en el desarrollo de la labor del sector y que impida cambios bruscos de un año para otro en las posibilidades de pesca, pues cuando se producen a la baja ponen en riesgo la rentabilidad de la flota y los empleos asociados a ella.
En esta línea, recuerda que en las decisiones de gestión pesquera que adopte la Comisión Europea deben tenerse en cuenta tanto los aspectos medioambientales como los económicos y sociales, tal y como establece la Política Pesquera Común (PPC).
Precisamente, en cuanto a los planes a largo plazo de Bruselas en la gestión pesquera, Galicia lamenta la pretensión de restringir la pesca en aguas comunitarias poniendo en marcha distintas estrategias para la protección de los ecosistemas, pero sin informes científicos que justifiquen esas limitaciones a la actividad extractiva.
La Comunidad considera que la deriva medioambientalista que está tomando el Ejecutivo comunitario en sus políticas ponen en riesgo el futuro de un sector, que es vital para la economía de las zonas costeras de Galicia y que es preciso realizar una intensa labor a todos los niveles para evitar que se repitan barbaridades como el veto a la pesca de fondo, decretado a finales del año pasado en 87 áreas de aguas comunitarias.
En este sentido, la Xunta destaca la importancia de hacer presión desde todos los Estados miembros con intereses pesqueros para que Bruselas actúe con la máxima rigurosidad y -tanto cuando presente su propuesta de revisión del veto a la pesca de fondo como en los planes para restringir el arrastre- adopte todas las medidas en base a estudios biológicos y socioeconómicos completos, actualizados y rigurosos.
Galicia defiende que cualquier medida de este calado debería aplicarse de manera gradual para evitar un impacto negativo en la flota tanto por la reducción de las zonas de trabajo -con la consiguiente concentración de buques en los mismos caladeros- como por la sobreexplotación de las pesquerías que quedan disponibles.
Este tipo de limitaciones a la actividad obligarían a una reestructuración de la flota gallega y europea totalmente injustificada en un momento en el que está perfectamente dimensionada. Buena muestra de eso es que la mayoría de especies que captura la flota gallega se encuentran en el rendimiento máximo sostenible (RMS), el nivel óptimo de capturas que garantiza la continuidad de la actividad extractiva a largo plazo.
La Comunidad también entiende que la PPC actual cuenta con numerosos defectos que sería necesario corregir y, al contrario de lo manifestado por Bruselas, apuesta por revisarla para dar una respuesta idónea a algunos de los principales retos de futuro del sector pesquero, como el relevo generacional o la transición energética de la flota.