La flota española pierde temporalmente el caladero de Guinea Bisáu, que tuvo que abandonar a mediados del pasado mes de junio al caducar el acuerdo pesquero que el país africano mantiene actualmente con la Unión Europea (UE) y no se aplicará un nuevo protocolo por lo menos hasta dentro de unos meses.
En el caso de España, la interrupción perjudica fundamentalmente a barcos andaluces (marisqueros) y gallegos y supone un parón de la actividad en un caladero estratégico para la flota que faena en la zona atlántica de África.
El responsable de la Asociación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Pesca de Marisco, con sede en Huelva, José Ramón Muriel, señaló que, según las informaciones recibidas por la Administración española y comunitaria, es previsible que no se aplique el acuerdo nuevo “por lo menos en cuatro o seis meses”.
Los datos del acuerdo
El acuerdo caducado, de cinco años de duración, ofrecía licencias para 54 buques españoles, que han sido aprovechadas por algo más de una veintena de barcos marisqueros, cefalopoderos (pulpo y calamar), y atuneros cerqueros congeladores, según fuentes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
También ha brindado oportunidades de pesca para buques de Portugal, Grecia, Italia, Lituania, Letonia y Polonia. A cambio la UE ha pagado a Guinea Bisáu una contrapartida de 15,6 millones de euros (4 de apoyo sectorial).
En cuanto al protocolo firmado y que aún no se puede aplicar, beneficiará a 34 buques, tendrá una validez de cinco años y ofrecerá unas posibilidades de pesca de 2.500 toneladas de registro bruto anuales para la flota marisquera, según los datos que han trascendido hasta ahora, facilitados por Agricultura.
La reubicación de la flota
De la flota marisquera andaluza, entre diez y doce barcos se han beneficiado del acuerdo, dependiendo de la época.
De ellos, la mayoría se reubicarán en aguas de Mauritania -país con el que la UE mantiene el acuerdo pesquero bilateral más importante-, pero dos embarcaciones irán al amarre porque no tienen donde ubicarse y seguir faenando.
Por otra parte, Muriel lamentó que la flota española reduzca sus caladeros, porque eso supone “masificar” la presencia de barcos en otras aguas, se concreta en menos sitios para trabajar y al final tiene repercusiones desde el punto de vista de la explotación de las capturas.
De hecho, de los acuerdos de interés para esta flota (marisquera andaluza) ahora mismo la UE solamente mantiene en vigor el suscrito con Mauritania. Los marisqueros operan también en Angola donde no hay acuerdo y los armadores funcionan por pactos privados.