El escenario político-social en el que nos encontramos en España desde las pasada elecciones ofrece pocas certidumbres, y son éstas las que impulsan la actividad, el desarrollo de nuevos proyectos, la inversión, la generación de riqueza y la creación empleo. El sector marítimo español participa de esta incertidumbre y demanda la estabilidad que le permita consolidar la recuperación y crecer acorde con su potencial, y una serie de medidas específicas que podrían impulsar su competitividad, muy especialmente en los segmentos actividad de construcción naval y pesca.
En lo que se refiere a la construcción naval, tras la implementación del nuevo tax lease que tan importante es para la actividad, será necesario terminar con la amenaza de las devoluciones del sistema anterior y extrema el cuidado en su aplicación para evitar nuevas denuncias.
Las estructuras fiscales aprobadas recientemente son importantes a pesar de sus limitaciones, y sería necesario ampliarlas y extenderlas pesqueros, remolcadores, dragas, y otros tipos de embarcaciones.
Asimismo, los astilleros españoles tienen derecho a las ayudas financieras basadas en el Anexo al ‘Acuerdo sobre Líneas Directrices en Materia de Crédito a la Exportación con Apoyo Oficial’ de la OCDE, y sus revisiones posteriores, conocido como ‘understanding de buques’.
Sería, pues, necesario arbitrarlas, utilizando sistemas autorizados y aplicados en otros países como la subvención del tipo de interés, las garantías estatales, avales públicos y mecanismos de defensa temporal, para post venta y prefinanciación, y la financiación pública.
Un banco industrial, público o privado, también contribuiría a la necesaria estimulación de la demanda interna con financiación a bajo coste para renovar las flotas.
En cuanto a innovación, la construcción naval, por sus peculiaridades, debería disfrutar de un tratamiento específico, tanto para astilleros como para su industria auxiliar. La formación, requiere programas específicos y una determinada especialización, especialmente para la Industria Auxiliar Naval que podría beneficiarse de programas de formación pluri-regionales. La construcción naval necesita también la triple certificación de Calidad, Medio Ambiente y Prevención de Riesgos laborales.
Un sector que carece de una organización empresarial que lo represente y aglutine y defienda sus intereses, se encuentra con un grave problema de representación a nivel nacional e internacional que lastra su crecimiento.
Una Asociación Española de Astilleros e Industria Auxiliar podría actuar como dinamizador y gestor de las ayudas horizontales que mencionaba y ayudaría a aprovechar las sinergias en técnicas de producción, formación de la industrias auxiliar común, ayudas horizontales etc. entre los astilleros públicos y privados.
Además, actualmente, los astilleros privados españoles no están estableciendo programas de colaboración tecnológica con terceros países, lo que podría potenciarse a través de esta nueva patronal.
En cuanto a la reparación naval para la que España tiene una inmejorable situación geográfica, su potencial no se aprovecha suficientemente. Se están perdiendo muchas oportunidades de reparaciones de buques extranjeros por lo que sería deseable que la Administración diese más facilidades a los buques para entrar en nuestros puertos, sin menoscabo de la necesaria garantía de su seguridad. Por último, en materia de pesca, son varias las medidas que necesita un sector de gran importancia socioeconómica, por el gran número de empleos directos e indirectos que genera, y por su liderazgo en la Unión Europea, que ha apostado por la internacionalización.
En primer lugar se ha de conseguir una mayor dotación presupuestaria para la promoción de productos de pesca y una reducción del IVA e los productos de la pesca al 4 por ciento.
Es también imprescindible una mayor participación de los agentes implicados en la nueva Política de Pesca Comunitaria (PPC), para definir los planes de descarte, y la implantación de un sistema de cuotas individuales transferibles a nivel comunitario para que no existan cuotas no utilizadas.
Nuestra pesca necesita fortalecer de los acuerdos pesqueros con terceros países, la aplicación real las mismas medidas de inspección y control a todos Estados miembros de la Unión Europea y potenciar el Instituto Español de Oceanografía, con más medios humanos, técnicos y financieros e incentivando el reconocimiento de la labor de los científicos, creándoles una carrera profesional adecuada.
De todo ello depende en gran medida el futuro de la pesca y la construcción naval en España.