Los atuneros españoles han criticado la intención de algunos países de asignar cuotas de rabil (túnido) en el océano Índico, a flotas asiáticas que emplean redes de deriva, artes prohibidas por sus altas capturas de especies amenazadas, como cetáceos o tortugas.
La flota española, agrupada en la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac), ha mostrado este lunes, en un comunicado, su “perplejidad” por la intención de algunas partes de la Comisión de Túnidos del Océano Índico (CTOI) de asignar cuota de rabil a flotas que emplean redes de deriva.
Opagac ha recordado que esta organización prohibió ese arte en 2012 por su elevado índice de captura incidental de especies amenazadas y protegidas, tales como tiburones, mamíferos marinos y tortugas; la Unión Europea (UE) vetó dichas redes en 2002.
Entre las flotas que emplean este tipo de redes se encuentran las de Irán, Indonesia, India, Sri Lanka, Pakistán u Omán, según la misma fuente.
En concreto, la flota española ha manifestado que las dos propuestas de reconstrucción de la población de rabil publicadas por la CTOI de cara a su reunión extraordinaria, -del 8 al 12 de marzo-, contemplan esta asignación de capturas a flotas que emplean este tipo de arte de pesca vetado.
“Estas propuestas son incoherentes al ignorar deliberadamente el uso de redes de deriva de longitud superior a la permitida -2,5 kilómetros- por flotas como la de Irán que, además, ha excedido sus límites de captura de forma reiterada”, según Opagac.
Los atuneros han cifrado en 70.000 toneladas, el 17 % de las capturas de rabil del Índico, el volumen extraído con redes de deriva en 2019, “precisamente, la misma cantidad que algunas partes contratantes consideran que habría que reducir para una recuperación rápida” de la especie.
Opagac ha añadido que el control de las flotas asiáticas que emplean esas artes, por parte de sus autoridades nacionales es “insuficiente”.
En la mayoría de los casos, esos barcos no cumplen con otros requisitos de la CTOI, tales como el uso de sistemas de seguimiento por satélite, la autorización de sus buques, los mínimos de cobertura de programas de observadores o el muestreo en puerto, ha subrayado Opagac.
Los atuneros han insistido en el caso de Irán, “país que ha duplicado su volumen de captura a pesar de estar sujeto a un límite, según el plan de recuperación del rabil en el Índico y el que más cetáceos captura de forma incidental”, aparte de “no pagar” los fondos de la CTOI.
La organización atunera ha criticado, además, la no penalización de estas prácticas por parte de la CTOI frente a los recortes a los que se ven sometidos las flotas sujetas a reducción y frente a los barcos, como los cerqueros europeos, que sí cumplen las medidas de control.
El director gerente de Opagac, Julio Morón, ha manifestado que lo que sucede en el Índico “no se puede seguir consintiendo. La CTOI está permitiendo que países que actúan en contra de sus propias medidas, al emplear artes prohibidas, no sólo dispongan de cuota, sino que la excedan sin penalización”, según la nota.