Orpagu proyecta ser la primera organización de palangre con producto certificado
La Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu) está trabajando en un Proyecto de Mejora Pesquera (FIP, por sus siglas en inglés) para conseguir este año la certificación de calidad para todas sus capturas de pez espada y tintorera. Así lo anunció Joaquín Cadilla, presidente de la asociación, en la clausura de las Jornadas Internacionales de Pesca sobre Grandes Migradores organizadas por Orpagu en A Guarda.
La certificación convertirá a Orpagu en la primera organización europea del palangre en obtener este distintivo de calidad, lo que les permitirá darle a sus productos mayor valor añadido, “de una forma clara y reconocida por todos”.
Joaquín Cadilla también insistió en la necesidad de adoptar las medidas necesarias para que todo el sector “juegue con las mismas reglas de juego” porque, aseguró, “ni queremos, ni podemos competir con esa flota que daña nuestro nombre, nuestro mercado y nuestra economía”.
Las Jornadas Internacionales sobre Grandes Migradores, que este año cumplieron su cuarta edición, contaron en el acto de inauguración con la intervención del alcalde de A Guarda, Antonio Lomba Baz; del director general de Recursos Pesqueros de la Secretaría General de Pesca, José Miguel Corvinos Lafuente, y de la representante de la Dirección General del Mar de Portugal (DGRM) Emilia Batista.
En su discurso, Corvinos Lafuente destacó el trabajo realizado por Orpagu y por el sector, “que desde que se adoptó la normativa del desembarco de aletas adheridas en el caso de los tiburones ha cumplido escrupulosamente con la norma, a pesar de los costes que para ellos supone su cumplimiento”. Subrayó en este sentido que los nuevos ajustes se produjeron en un momento de crisis de precios, “lo que agravó la crisis para este sector” y, a modo de ejemplo, explicó que la flota de palangre activa pasó de las 211 unidades en 2013 a un total de 141 unidades en 2016.
A este respecto, insistió en la necesidad de una revisión de la medida de aletas adheridas, “para que su aplicación resulta más sencilla para el sector”, al tiempo que señaló que desde la Administración española se trasladó en diversas ocasiones a Bruselas “la conveniencia de un replanteamiento del contenido de la norma”. José Miguel Corvinos apuntó también a un incremento de los riesgos laborales, debido principalmente a cortes, “aunque afortunadamente, los armadores ya han adoptado medidas preventivas a bordo”.
A lo largo de su intervención, el alto cargo de la Secretaría General de Pesca incidió en un mensaje que se repitió posteriormente en las diferentes intervenciones: la necesidad de un mismo campo de juego para todas las flotas, “para que las que cumplen no se vean perjudicadas por las que no respetan las normas”. En este sentido, se refirió al veto del transporte de tiburón por parte de algunas empresas navieras y destacó que, además de desproporcionado, “se está penalizando a flotas responsables como la nuestra”.
Entre los aspectos positivos destacó la capacidad de la flota de palangre de superficie de “suministrar proteína de calidad”, al tiempo que reconoció el buen estado de los stocks como el de la tintorera o el pez espada.
Por su parte, la representante de la Dirección General del Mar de Portugal, Emilia Batista, habló de la flota de palangre de superficie de su país y de los problemas que ha generado la aplicación de la normativa europea sobre la política de aletas adheridas a las pesquerías de tiburones. También habló Emilia Batista del valioso mercado comunitario de productos de la pesca e instó a las autoridades a luchar contra la pesca ilegal.
Planes multianuales y PCP
Tras el acto inaugural, en el que intervinieron las autoridades, dio comienzo la jornada de trabajo con las ponencias de Raúl García, coordinador de Pesquerías de WWF España y de Juan Manuel Trujillo Castillo, del Sector del Mar de la FSC de CC.OO. y presidente de la Sección Europea de Pesca de la ETF, un bloque de intervenciones moderado por Alexandre Rodríguez, secretario general del Consejo Consultivo de Flota de Larga Distancia.
Raúl García señaló que queda un largo camino para que la pesquería de tiburones sea sostenible aunque, reconoció, “ya se están haciendo cosas”. El representante de WWF explicó cuáles, según su organización, deberían ser las medidas adoptadas por la UE para mejorar la gestión de las pesquerías dirigidas a tiburones, tintorera y marrajo dientuso: “Plena implementación de la PCP, reforzar el seguimiento y los estudios científicos, poner en marcha un plan multianual basado en el ecosistema, garantizar la trazabilidad del producto hasta el mercado asiático, reforzar la gobernanza en ICCAT y el resto de organizaciones regionales de pesca, y estrechar la colaboración ente flotas, estados miembros y organizaciones”.
En esta línea, García puso como ejemplos a seguir los dictámenes del Consejo Consultivo de la Flota de Larga Distancia y el Plan de Gestión para la Tintorera en el Atlántico.
Por su parte, Juan Manuel Trujillo, se refirió al Convenio 188 de la OIT, que tiene como objetivo facilitar a los pescadores un trabajo digno y unas buenas condiciones de vida y que regula aspectos como la contratación, las horas de descanso, la remuneración, la seguridad y salud en el trabajo o la repatriación. El representante de CC.OO. subrayó que Lituania se ha convertido desde el pasado mes de noviembre en el décimo país que ratifica el Convenio, al tiempo que adelantó la posibilidad de que en breve se produzca la ratificación por parte del Gobierno español.
El segundo bloque de intervenciones contó con la participación de Pedro Ferreiro, de SFP; Xavier Cros Benlliure, de AECOC, y Juan Manuel Viéites, secretario general de Anfaco-Cecopesca. En esta ocasión, el moderador fue Ramón Fernández Conchas, de la Subdirección General de Pesca y Mercados de la Xunta de Galicia.
Ferreiro centró su conferencia en los Proyectos de Mejora Pesquera (FIPs) y detalló que SFP trabaja con los departamentos de responsabilidad social corporativa de las empresas en diversos aspectos que les permitan ( a las empresas) alcanzar la certificación MSC, alcanzar niveles de sostenibilidad verificable o en la implantación de proyectos de mejora pública. “Los proyectos de mejora pesquera buscan garantizar la viabilidad de las empresas a largo plazo”, dijo.
Consumir más pescado
Por su parte, Xabier Cros avanzó los resultados, nada alentadores, del estudio realizado por AECOC para el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente sobre los jóvenes consumidores y su relación con los productos pesqueros.
Del estudio se desprende que las personas de entre 20 y 35 años comen de manera fácil y práctica, “aunque están concienciados y un 76% reconoce que debería consumir pescado por lo menos dos veces a la semana”.
Para Cros lo positivo es que “perciben el pescado como un alimento saludable que previene enfermedades cardiovasculares y que es rico en proteínas”, pero “consideran que es caro, requiere de una difícil elaboración y tiene el inconveniente de las espinas”.
Para revertir esta tendencia, desde AECOC recomiendan poner en marcha campañas de comunicación, ampliar la oferta de productos de la pesca limpios, cortados y sin espinas, promover puestos de venta de pescado “recién hecho” y más propuestas de pescado “Fast Food”.
El último en intervenir fue el secretario general de Anfaco-Cecopesca que habló sobre innovación. Juan Manuel Viétes señaló la necesidad de apostar por el desarrollo de productos pesqueros para nichos específicos entre los que citó a personas con alergias e intolerancias; niños, jóvenes y personas de edad avanzada o deportistas. “Hay que adaptarse a las nuevas demandas de poblaciones específicas e innovar en productos saludables”, dijo.
El carácter transnacional de Orpagu
El reconocimiento el pasado mes de mayo por parte de la Dirección General Pesquera del carácter transnacional de la Organización de Palangreros Guardeses fue destacado en la mayor parte de las intervenciones que conformaron el programa de las Jornadas.
Este reconocimiento posibilitará la adhesión a Orpagu de nuevos buques de pabellón comunitario, que se unirían a los 39 palangreros de superficie procedentes de seis provincias españolas y Portugal con los que cuenta la organización actualmente.