Retos y dificultades de la gestión de los Fondos FEMP

22 de noviembre de 2017

Autora: Margarita Pérez Martín - Directora General de Pesca y Acuicultura

El nuevo Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca ( FEMP) aprobado por el Parlamento Europeo y el Consejo, a través del Reglamento 508/2014, de 15 de mayo de 2014, contempla un amplio conjunto de medidas y de posibilidades de apoyo financiero para la aplicación de la Política Pesquera Común especialmente en lo relativo al impulso de una pesca y una acuicultura sostenibles, a la competitividad de la industria pesquera , al desarrollo y a la diversificación de las zonas pesqueras y acuícolas.

El catálogo de oportunidades que ofrece el FEMP es muy amplio. A las líneas de ayudas que han existido en los anteriores marcos del FEP (2007-2013) e incluso en programas anteriores, como son las ayudas a inversiones productivas, medidas de ajuste permanente y temporal, mejoras en los puertos, etc. el FEMP añade incentivos con miras a la sostenibilidad de las actividades productivas vinculadas a la pesca y la acuicultura a medio y largo plazo, con la necesaria intervención tanto del propio sector, organismos científicos y técnicos reconocidos, la protección de la biodiversidad, la mitigación del cambio climático, el desarrollo de la Política Marítima Integrada, etc.

En Andalucía trabajamos para que estas posibilidades de financiación, que se cifran en más de 185 millones de euros de contribución pública, logren los resultados esperados en términos de pesquerías más rentables y equilibradas, pescadores con ingresos dignos y estables, recambio generacional en el sector pesquero, empresas acuícolas y de transformación y de comercialización mejor  preparadas, no sólo para competir en los mercados tradicionales, sino para acceder a nuevos mercados nacionales e internacionales, y aumento del empleo y de la cohesión social en las zonas pesqueras y acuícolas de Andalucía.

Llevamos algo más de un año de aplicación efectiva del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca y en este tiempo hemos podido apreciar las dificultades de tipo administrativo que llevan implícitas estas ayudas europeas. Y no se trata de una particularidad o situación que afecte exclusivamente a nuestra Comunidad Autónoma.

En las muchas reuniones que por distintos motivos he coincidido con otras autoridades de gestión del FEMP , tanto del resto de Comunidades Autónomas como de otras regiones europeas que participamos en el Comité de las Regiones, he podido compartir el grado de dificultad que lleva implícita la gestión de estos fondos.

Sin ir más lejos, en la reunión a nivel de Organismos Intermedios de Gestión de las distintas Comunidades Autónomas que tuvo lugar en Madrid a finales de septiembre  todas las Autoridades de Gestión del FEMP compartimos la gran incertidumbre sobre la elegibilidad de los gastos, dificultad en la interpretación de los reglamentos, incoherencias, etc. Hechos que han sido puestos de manifiesto no ya por España si no también por otros estados Miembros en la reciente Conferencia de Tallinn “Beyond 2020: Supporting Europe´s Coastal Communities”.

En este sentido, las exigencias que se derivan del régimen de concurrencia competitiva que ha de aplicarse a todas las líneas de ayudas, la verificación de la admisibilidad de los solicitantes tanto antes de la percepción de las ayudas como a posteriori durante los 5 años siguientes, la aplicación de criterios pormenorizados  de selección de los proyectos, incluso con existencia de dotación suficiente para cubrir todas las solicitudes, la consulta a fuentes y registros obrantes en distintas administraciones, la exigencia de doble comprobación (gestores y verificadores), son algunos de los elementos que repercuten en los tiempos de respuesta a los destinatarios finales del FEMP.

Por su parte, la Comisión Europea en su documento de reflexión sobre el futuro de las finanzas de la UE viene a señalar la necesidad de avanzar hacia la simplificación, orientación a los resultados y gestión eficaz del presupuesto de la Unión. En este sentido, reconoce, y cito textualmente que “el exceso de burocracia puede obstaculizar la obtención de resultados y disuadir a los ciudadanos y a las empresas de beneficiarse plenamente del presupuesto de la UE”.

Sin perjuicio de los avances que en el futuro se logren en la dirección indicada, no cabe ahora dejarnos llevar por el desánimo, sino que procede trabajar y esforzarnos al máximo y con la colaboración de todas las partes implicadas, para que el FEMP, a pesar de sus dificultades, finalmente se cierre allá por 2023 con éxito.

La experiencia del buen trabajo desarrollado por Andalucía en el marco 2007-2013, actualmente en proceso de cierre, nos permite afrontar el reto de la gestión de los fondos FEMP con mayor conocimiento y solvencia, lo que sin duda también nos ayudará a superar las nuevas exigencias.

A raíz de los resultados de las convocatorias de ayudas en 2017, comprobamos con satisfacción la gran apuesta de nuestras empresas de acuicultura y de transformación por invertir con el apoyo del FEMP en nuevas instalaciones, actividades productivas, en innovación, en nuevos productos y nuevos procesos. Es un claro indicador de la necesidad del FEMP para contribuir al desarrollo de estos sectores, que ha de ir acompañado de una gestión lo más ágil posible.

Sin embargo debemos invertir más esfuerzo en el sector pesquero, a través de las Asociaciones de Armadores, de las Cofradías de Pescadores y de sus Federaciones para hacer llegar a todos los armadores y tripulantes de Andalucía   toda la información pormenorizada de las líneas de ayudas disponibles para alcanzar una pesca sostenible y cumplir con las exigencias y retos que ha marcado la PPC.

En 2018 hemos de superar el primer examen parcial de cumplimiento del programa operativo del FEMP para España, que supone que los fondos comprometidos por Bruselas en 2015 han de estar pagados y certificados a finales de 2018, de lo contrario se perderían en la parte no pagada. Es lo que se conoce como regla N+3. Este objetivo requiere de una parte, de la buena gestión por parte de las administraciones, y de otra, del esfuerzo por parte de las empresas y beneficiarios de las ayudas, a la hora de ejecutar sus proyectos en los plazos programados y de documentar correctamente los expedientes para el cobro de las ayudas.

Si queremos que en Bruselas se nos oiga de cara al futuro Fondo, ahora que ya se empieza a hablar de ese futuro, tenemos que conseguir entre todos ejecutar en su inmensa totalidad el FEMP.

Y cuando digo entre todos, no solo me refiero a las autoridades de gestión, a las administraciones públicas, me refiero también al sector pesquero y acuícola, al sector transformador y comercializador, a las OPPs, a los GALPs , a sus representantes legales porque ellos también deben participar del éxito del FEMP, deben hacer un esfuerzo aun mayor por explicar, obviamente de la mano de la Administración, las líneas de ayudas para que pueden servirles, que posibilidades ofrecen, pero también deben detectar que dificultades encuentran al acercarse al FEMP pues si somos capaces de ejecutar el FEMP y por tanto aplicarlo a la Política Pesquera Común, podremos aumentar la fortaleza del sector pesquero y acuícola.